26 febrero, 2020
Mientras las altas temperaturas favorecen la reproducción del Aedes aegypti en el país, un grupo de científicos lograron crear mosquitos genéticamente modificados inmunes al dengue y que no tienen la capacidad de contagiarlo.
De ser efectivo este estudio, contribuirá a reducir de manera significativa la prevalencia del dengue que afecta seriamente a la Argentina y causa 400 millones de infecciones cada año en el mundo.
Hace siete años, investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, estudiaron la sangre de una persona que había sido infectada varias veces con dengue. Y hallaron un anticuerpo que podía unirse a los cuatro serotipos de dengue y evitar que infecten nuevas células. Ahora, la revista PLoS Pathogens publicó un trabajo que describe el desarrollo de una variante de mosquitos Aedes aegypti que posee el gen de ese anticuerpo en su genoma.
A diferencia de los humanos, los mosquitos no producen naturalmente anticuerpos contra los agentes patógenos. Científicos de Estados Unidos, Australia y Taiwán, liderados por Omar Akbari, doctor en biología celular y molecular de la Universidad de California, lograron darle esa capacidad a un grupo de Aedes aegypti. El anticuerpo solo se expresa en el mosquito cuando se alimenta con sangre humana. En esa condición, el virus que entra al mosquito es neutralizado o controlado por el anticuerpo.
Los investigadores rediseñaron el gen que neutraliza el dengue y lo insertaron en el genoma de los mosquitos. Al alimentar mosquitos con sangre infectada con los cuatro serotipos de la enfermedad se comprobó que ninguno de ellos tenía niveles detectables del virus en su saliva, que es, precisamente, el medio a través del cual lo transmiten a la sangre humana tras una picadura.
El entusiasmo de los investigadores
“¡La vacunación del mosquito Aedes aegypti contra los cuatro serotipos del virus del dengue puede romper el círculo vicioso del dengue!”, celebró en su cuenta de Twitter uno de los integrantes del laboratorio de Akbari, el biólogo doctorado en Harvard Nikolay Kandul. Otra coautora, Stephanie Gamez, declaró a la prensa que la estrategia podría tener “enorme impacto en la salud pública”.
Ahora los investigadores analizan las condiciones para poder liberar mosquitos modificados genéticamente y así estudiar la capacidad de diseminación del gen del anticuerpo antidengue en las poblaciones más afectadas.
El estudio de Akbari es un avance en el control de la transmisión del virus. En vez de eliminar mosquitos Aedes aegypti, los investigadores proponen su reemplazo por otra población de mosquitos inmunes al virus. La liberación de mosquitos genéticamente modificados es un desafío que plantea muchos controles.
Todavía no se ha desarrollado una vacuna efectiva contra el dengue y algunas de las medidas que se emplean para frenar su transmisión son la eliminación de criaderos del mosquito Aedes aegypti, el empleo de repelentes y la utilización de mosquiteros, aunque ninguna logra su erradicación.
La preocupación por el dengue no cesa en el país
Si se tienen en cuenta los casos autóctonos e importados recientemente diagnosticados, todo parece indicar que el 2020 sostendrá la curva de crecimiento. Y la preocupación por la propagación de la enfermedad no cesa. El ministro de salud, Ginés González García, declaró semanas atrás estar “más intranquilo por el dengue que por el coronavirus”.
El riesgo de desarrollar un brote de dengue en nuestro país es elevado. En lo que va del año, en la Ciudad de Buenos Aires se notificaron casi el triple de casos de dengue que en el mismo período del año pasado. Son 179 casos, con respecto a 66 hace un año, y están todas las comunas porteñas.
Es fundamental estar alertas, ya que históricamente el comportamiento del dengue en nuestro país fue epidémico y muy afectado con los brotes que registran los países limítrofes.
PENSAR SALUD
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