Un bebé puede ahogarse en solo 10 centímetros de agua

niño nadando
17 diciembre, 2018

Cuando pensamos en los riesgos que el agua representa para los niños, en general los asociamos con ámbitos recreativos como piletas, arroyos, ríos, el mar. Y es real que estos lugares pueden resultar muy peligrosos tanto para niños como para adolescentes. Sin embargo, también un balde o una bañera con poca agua son suficientes para que un niño pequeño se ahogue.

En Argentina, el ahogamiento es la segunda causa de muerte en niños de 1 a 15 años, detrás de los accidentes de tránsito. Antes de los 5 años, esto sucede generalmente en piletas de clubes o familiares, con la presencia más o menos cercana de algún adulto. En el caso de preadolescentes y adolescentes, incluso de aquellos nadan aceptablemente, son los arroyos, ríos, lagos y el mar los lugares que representan mayor riesgo.

Consenso nacional de prevención

La Sociedad Argentina de Pediatría publicó en 2009 el Consenso Nacional de Prevención del Ahogamiento «El niño y el agua». Este documento reúne las principales pautas de seguridad a tener en cuenta para evitar accidentes tanto en el hogar como en piletas y espacios acuáticos naturales.
Saber nadar es un reaseguro de supervivencia. Por esta razón, los especialistas aconsejan que los chicos aprendan a nadar entre los 3 y los 5 años. Lo ideal es la enseñanza a cargo de personas capacitadas y con experiencia en natación infantil.

La Sociedad Argentina de Pediatría también recomienda la»visión directa permanente» en piletas y aguas abiertas, imprescindible en lactantes y niños pequeños. ¿Qué implica la visión directa de un niño en el agua? Qué debe estar a cargo de un cuidador responsable, con capacidades físicas e intelectuales para socorrer. Además, no están permitidas distracciones mínimas como revisar el teléfono, cebar mate ni hojear un diario.

Hay otras medidas que deben seguirse para disfrutar en familia de una actividad acuática segura. Entre ellas no ingresar al agua luego de haber comido y jamás hacerlo cuando hay tormentas eléctricas. Además, es necesario evitar cualquier tipo de brusquedad y violencia, sobre todo entre adolescentes.

Accidentes en el hogar

Los niños pequeños no tienen el reflejo de levantar la cabeza si se están ahogando aunque el resto de su cuerpo esté fuera del agua. Por ello, no deben dejarse palanganas, baldes o tachos con agua, y la bañadera debe vaciarse inmediatamente después de sacar al niño de ella. Solo 10 cm de agua son suficientes para que se ahogue un bebé.

También debe bajarse la tapa de los inodoros, ya que los niños pequeños tienen la cabeza muy grande en proporción al resto del cuerpo. Si se caen dentro del sanitario, no pueden salir.

Pileta segura

La pileta debe estar siempre cercada con rejas de una altura mínima de 1,30 cm. Los barrotes deben ser verticales y estar separados por una distancia máxima de 10 cm. Además, el cerco debe tener una puerta única, con un mecanismo de apertura y cierre que no pueda ser activado por niños pequeños. Nunca dejar mesas, sillas o reposeras próximas al cerco, ya que pueden ser escaladas por los niños.

El agua de la pileta debe estar siempre transparente, aun en invierno, ya que la transparencia garantiza la visión del niño y sus movimientos. No deben dejarse juguetes u objetos atractivos en el agua que puedan llamar la atención de los más pequeños.

Las piletas inflables o desarmables que no tengan cerco deben ser siempre vaciadas luego de su uso diario. Los recipientes de tipo piletón, como bañeras inflables, palanganas, baldes y tambores, deben permanecer siempre vacíos.

REDACCIÓN PENSAR SALUD
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Tags: accidentes en el hogar | ahogamiento | lesiones no intencionales | pediatría | pileta | salud infantil | salud niños | verano

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