28 diciembre, 2017
Con un microorganismo inocuo para la salud humana, científicos de Tucumán lograron inhibir la bacteria de la listeriosis. Responsable de una enfermedad transmitida por alimentos que puede ser fatal, ni siquiera puede controlarse conservando los productos en la heladera. Capaz de sobrevivir al frío, la bacteria crece en las heladeras. Puede crecer a temperatura de refrigeración y hasta sobrevive en el freezer.
El desarrollo está destinado a la industria procesadora de alimentos, incluyendo sus instalaciones refrigeradas, informaron investigadoras del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA), que depende del CONICET.
La bacteria de la listeriosis se encuentra en el medio ambiente y puede contaminar alimentos como verduras, lácteos y carnes. Una de sus características es que puede formar películas abigarradas o “biofilms”. Esto sucede sobre superficies de acero inoxidable y teflón, como las que tienen los establecimientos industriales.
Efecto antimicrobiano
Para desarmar esa “trinchera” microbiológica y fuente de contaminación, los investigadores del CERELA recurrieron a una bacteria láctica. La Lactobacillus sakei es capaz de producir un efecto antimicrobiano, explicó la doctora Mariana Pérez Ibarreche, autora principal del trabajo.
Según revela la revista “FEMS Microbiology Letters”, el enfoque tuvo resultados prometedores: la bacteria láctica logró inhibir del 40 al 70 por ciento el crecimiento del biofilm del patógeno.
“Nuestra tecnología podría transferirse a la industria luego de poner a punto el método de suministro del agente antimicrobiano a las superficies”, afirmó Pérez–Ibarreche.
AGENCIA CYTA
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