26 enero, 2017
360 millones de latinoamericanos tienen sobrepeso. Y 140 millones son obesos. Esto significa que más de la mitad de la población de la región vive con sobrepeso y el 23% con obesidad. Los datos se desprenden de un informe publicado el 19 de enero por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Aumentar el impuesto a las gaseosas podría ser parte de la solución.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2016, el aumento de los impuestos a las bebidas azucaradas ayudaría a reducir el consumo de estos productos y al mismo tiempo la prevalencia de la obesidad, la diabetes tipo 2 y la caries dental.
Algunos resultados
El informe sobre el Panorama de Seguridad Alimentaria de OPS y FAO arroja datos interesantes. Indica, por ejemplo, que el aumento de la obesidad impacta más en mujeres y niños. En más de 20 países de América Latina la tasa de obesidad femenina es 10% mayor que la de los hombres. En el caso de los niños, el 7,2 de los menores de 5 años tiene sobrepeso. Y Argentina, junto con Barbados y Paraguay, encabezan el ranking del sobrepeso infantil.
Una de las principales causas del aumento del sobrepeso es atribuida al cambio en los patrones alimentarios. Mientras que cada vez se consumen más productos ultraprocesados, con baja densidad de nutrientes pero con alto contenido de azúcares, sodio y grasas, pierden terreno las comidas tradicionales basadas en alimentos frescos, preparadas y consumidas en el hogar.
Reducir el consumo de azúcares
A partir de las encuestas nacionales sobre alimentación, la OMS pudo comprobar que el consumo de alimentos y bebidas ricos en azúcares libres es una fuente importante de calorías innecesarias que afecta especialmente a niños y adolescentes.
Varios países han adoptado medidas fiscales para proteger a las personas de los productos que perjudican la salud. Por ejemplo, México introdujo un impuesto especial sobre las bebidas no alcohólicas con azúcares añadidos, y Hungría grava los productos envasados con alto contenido en azúcares, sal o cafeína.
Según el Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, «la ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo. Si los gobiernos gravan productos como las bebidas azucaradas pueden evitar el sufrimiento de muchas personas y salvar vidas. Además, se reduciría el gasto sanitario y aumentarían los ingresos fiscales, que se podrían invertir en los servicios de salud».
Una política tributaria al servicio de la salud
La OMS recomienda aumentar los impuestos a determinados productos alimenticios y bebidas. Especialmente a los que son ricos en grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcares libres o sal. Considera que pueden surtir efecto, ya que los datos disponibles muestran que el aumento en el precio disminuye su consumo.
La aceptación de estos impuestos por la opinión pública se puede motivar. Una opción es utilizar estos ingresos aplicando medidas que mejoren los sistemas de salud y fomenten el ejercicio físico.
La subvención de frutas y verduras frescas puede funcionar también como medida complementaria. Esto permitiría reducir los precios de un 10% a un 30%, haciéndolos más accesibles.
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