8 febrero, 2019
Los ruidos forman parte de nuestra vida cotidiana y la relación entre ruido y salud es estudiada desde hace mucho tiempo. Continuamente estamos expuestos a fuentes sonoras del entorno natural, laboral y social, en general a niveles que no representan peligro para la salud. Sin embargo, son muchas también las situaciones en las que a niveles de ruido son potencialmente peligrosos para la salud y afectan nuestra calidad de vida.
En 1986 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la pérdida auditiva por exposición excesiva a ruido era una de las enfermedades irreversibles más frecuentes. Pero los efectos nocivos del ruido no se limitan a la salud auditiva sino que van mucho más allá. En esta nota, las consecuencias más importantes del ruido sobre la salud.
Para tener en cuenta
Los ruidos son sonidos fuertes e indeseados que interfieren o impiden nuestras actividades, llegando incluso a configurar un tipo de contaminación: la contaminación sonora.
En 199 la OMS recomendó que los niveles de ruido en el exterior durante el día no excedieran los 55 decibles (dB). Diez años después recomendó además un valor máximo nocturno de 40 dB para prevenir efectos adversos sobre nuestra salud.
Cada vez son más las fuentes de ruido que generan un verdadero problema ambiental, sobre todo en las ciudades. El transporte, ya sea público o particular, con los bocinazos, aceleraciones exageradas y alarmas, es solo un ejemplo. A eso se suman las obras de construcción, los ruidosos servicios de limpieza y recolección de basura, los locales comerciales, bares y salones de fiestas.
A la hora de determinar el grado de molestia de un ruido son varios los factores a tener en cuenta, entre ellos la intensidad sonora y el tiempo de exposición. Pero también influyen las características del sonido y la sensibilidad individual. El ruido tiene también un componente subjetivo, que al ser vivenciado negativamente por una persona puede producir efectos adversos en la salud.
Problemas de salud causados por el ruido
1. Problemas cardiovasculares
Se pueden producir debido al aumento de presión arterial como consecuencia de una exposición a un nivel de ruido de 85 a 90 dB.
2. Estrés
El ruido afecta todo el sistema fisiológico impidiendo que sustancias como la adrenalina vuelvan a sus niveles normales después de la exposición al ruido.
3. Depresión
Los síntomas depresivos pueden aparecer si la persona está expuesta por la noche o durante más de 24 horas a un nivel de ruido de 50/55 dB.
4. Perturbaciones del sueño
Insomnio, dificultades para dormir, despertarse frecuentemente durante la noche o levantarse muy temprano.
5. Pérdida auditiva
Es el efecto perjudicial más grave. Puede ir desde el daño auditivo (90 dB durante 8 horas) hasta la pérdida auditiva irreversible (180 dB).
6. Acúfenos
Sensación de zumbido en los oídos. Esta percepción de sonidos se produce en ausencia de un estímulo sonoro externo.
7. Problemas de comunicación
Es un efecto del ruido, gradual y progresivo; no se detecta hasta que resulta incapacitante. Genera aislamiento y conflictos interpersonales.
8. Daños al sistema nervioso
Este tipo de daños se han detectado cuando se combinan ruidos con agentes industriales como metales pesados o disolventes, o medicamentos como antibióticos o quimioterápicos.
9. Socioacusia
Pérdida auditiva de origen no laboral. Es decir que la ocasionan electrodomésticos o la música a todo volumen.
10. Bajo rendimiento laboral
Se registra si las tareas son complicadas o múltiples o hay ruidos intermitentes. En ambientes ruidosos, la concentración y la cooperación entre colegas disminuyen.
En el trabajo utilizá (y exigí) elementos de protección. En casa bajá el volumen de los dispositivos. En la calle evitá frenadas y bocinazos. Así podremos prevenir la relación negativa entre ruido y salud.
PENSAR SALUD
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