1 julio, 2022
En el medio de Argentina hay un mar y, dicen, tiene los atardeceres más lindos. Desde julio de 2022 será conocido como el Parque Nacional más grande del país. Mar Chiquita o Mar de Ansenuza es el lago salado más grande América del Sur.
Esta área tiene la función de amortiguador del clima regional, clave para la producción agrícola de la zona. Se ubica en el noreste de la provincia de Córdoba. Recibe las aguas del Río Dulce que desemboca en forma de bañados. Estos esteros y la laguna tienen casi un millón de hectáreas.
Nuevo Parque Nacional de Ansenuza
Con una mayoría total el Congreso de la Nación Argentina aprobó el proyecto de ley para la creación del Parque Nacional Ansenuza. De esta manera se convertirá en el Parque número 41 del país y el tercero en la provincia de Córdoba.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, celebró la sanción de la ley y afirmó: “La creación del Parque Nacional Ansenuza tiene relevancia mundial por tratarse de un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. Además de su importancia para el cuidado del ambiente, representa un gran atractivo para impulsar el turismo de naturaleza en la zona”.
Apartir de ahora se abre un nuevo camino: avanzar en la creación y ampliación de áreas protegidas, impulsado por el Ministerio de Ambiente de la Nación y la Administración de Parques Nacionales (APN).
Desde 2017, organizaciones no gubernamentales y la comunidad científica impulsaban el proyecto. La Fundación Wyss, de Suiza, en su momento, se comprometió a aportar 5,8 millones de dólares para su creación.
Una laguna que es mar
Enrique Bucher, de 80 años, es el científico que más conoce a Mar Chiquita. Visitó la laguna por primera vez hace varias décadas, cuando se recibió de biólogo.
“Pensé que iba a visitar otra laguna pequeña de las tantas que hay en nuestras pampas. Para mi sorpresa, me encontré con un mar interior, cuatro veces más grande que el Mar Negro y de similar extensión al Gran Lago Salado de América del Norte, pero con una biodiversidad mucho mayor que cualquiera de ellos”, cuenta.
Una biodiversidad única
- El 36% de las aves argentinas viven en Mar de Ansenuza. Las costas de la laguna son el lugar ideal para observar aves acuáticas como tero real, cisne coscoroba, gaviota capucho café, biguá y garza blanca, entre otras.
- Los más famosos son las tres especies de flamencos. El flamenco austral llega a formar colonias de hasta 350 mil ejemplares. “Si algo le pasara a Ansenuza, colapsaría la población de flamencos”, asegura Lucila Castro, bióloga y directora de la ONG Natura International.
- También es un sitio clave para las aves migratorias. Por ejemplo, los falaropos llegan en primavera desde América del Norte tras volar 10 mil kilómetros. Un tercio de la población mundial del falaropo común visita Mar Chiquita todos los años.
- En los bañados al norte y en los relictos de bosque nativo al sur de la laguna se han avistado ejemplares de aguará guazú, un cánido en peligro de extinción. En la zona también habitan pumas, corzuelas, pecaríes y carpinchos.
Importancia para las personas
Bucher también resalta los servicios ecosistémicos que brinda la laguna a las personas.
“Tiene un efecto amortiguador enorme sobre el clima de la región. Si la laguna se secara, el área se transformaría en una gran salar. Eso provocaría grandes variaciones de temperatura que afectarían la producción agrícola y el bienestar humano”, destaca.
Además, el biólogo explica que el lago tiene importancia como amortiguador del cambio climático ya que retiene gran cantidad de carbono en sus sedimentos. “También se agrega su capacidad de retener y fijar en sus sedimentos los contaminantes transportados por los ríos tributarios de Mar Chiquita”, agrega Bucher.
Castro asegura: «Las decisiones que hoy tomemos marcarán el futuro de generaciones porque un parque nacional es la figura más fuerte de protección por las leyes en Argentina. Sirve para ordenar las actividades que se pueden hacer y cuáles no en la zona».
Amenazas a un gigante
A pesar de que parece un ecosistema gigante y estable, Bucher advierte que los bañados y Mar Chiquita presentan múltiples amenazas. La principal es la regulación del caudal que llega desde el Río Dulce, el principal afluente.
“También preocupa la creciente contaminación de los ríos tributarios de Mar Chiquita, así como el manejo irracional de los Bañados del Río Dulce, cuya vegetación natural está siendo rápidamente eliminada por la implantación de sistemas agrícolas ecológicamente inviables”, agrega.
El área de la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce fueron declarados Reserva Provincial de Uso Múltiple en 1994 y declarada Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar en 2002.
Ecoturismo y salud
Miramar es la única localidad ubicada sobre la costa del Mar Chiquita. Tiene una historia turística que se remonta hasta principios del siglo XX. Varios de los hoteles antiguos están sumergidos bajo la laguna.
La localidad comenzó como un sitio dedicado al turismo de salud para aprovechar los barros curativos del lago. Ese poder terapéutico fue certificado en recientes investigaciones y Miramar apuesta de nuevo a promover el turismo.
En ese sentido, la creación del parque nacional significa un salto de calidad en materia turística porque podría atraer a visitantes de todo el mundo. Un estudio económico encargado por Aves Argentinas estimó que el futuro parque podría recibir unos 25 mil visitantes por año para el 2024.
Por Lucas Viano @lucasviano
REDACCIÓN PENSAR SALUD redaccion@pensarsalud.com.ar ¡Escribínos!
Tags: biodiversidad | mar chiquita | parques nacionales | turismo y ambiente