29 agosto, 2020
No es nuevo. Las autoridades sanitarias de Estados Unidos, España y Gran Bretaña lo advertían hace años, pero la muerte de un niño de 5 años en Neuquén por presunta ingesta de dióxido de cloro fue la gota que rebalsó el vaso.
El desinfectante clorado es tóxico para los seres humanos y no debe ser ingerido bajo ninguna causa ni en ninguna dosis, advirtieron toxicólogos y pediatras.
Estaban sonando las alarmas
Ya en 2010, la agencia regulatoria Health Canada advertía a los consumidores sobre los efectos adversos que podía tener el llamado MMS (siglas en inglés de Mineral Miracle Solution), una solución con 28% clorito de sodio que se ofrecía en Internet para purificar el agua. En 2018, la institución oficial canadiense repitió el alerta sobre el uso de este blanqueador de telas y desinfectante como un remedio milagroso para el cáncer, el autismo y el HIV-SIDA.
El MMS no sólo no tiene efectos curativos sino que tampoco es inocuo, ya que puede causar enfermedades raras, como la Kukichi-Fujimoto que se presenta con fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, entre muchas otras dolencias que afectan a los riñones y otros órganos.
América Latina
Un autodenominado “investigador” alemán, Andreas Kalcker, se hizo millonario vendiendo su fórmula de MMS (clorito de sodio y dióxido de cloro) bajo distintos formatos, especialmente en España y América Latina.
El mito del dióxido de cloro, el clorito de sodio y y otros compuestos similares a la lavandina se extendió peligrosamente por Latinoamérica durante la pandemia, de la mano de las crecientes muertes y la falta de camas hospitalarias.
En algunas ciudades de Bolivia, donde el sistema sanitario llegó a colapsar, la gente hace cola para comprar dióxido de cloro e, incluso, algunos parlamentarios apoyan su uso.
En Colombia, el 1 de mayo pasado, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) advirtió sobre la promoción y patrocinio en ese país de investigaciones clínicas en seres humanos con dióxido de cloro como tratamiento para la COVID-19, que no cuentan con la autorización necesaria. Perú, Honduras, Ecuador y Paraguay también alertaron sobre el uso de sustancias con cloro combinadas con limón u otros jugos ácidos.
La verdad es que no existe ni un solo estudio científico que pruebe su eficacia para curar y, en cambio, existen muchas evidencias sobre su alta toxicidad.
Quizás por su bajo precio o por la facilidad para conseguirlo -ya que se expende como desinfectante para alimentos y como blanqueador industrial de papel- muchas personas comenzaron a utilizarlo por recomendaciones en redes sociales. Sin embargo, estos compuestos son muy peligrosos para los niños, advirtió la Sociedad Argentina de Pediatría.
Graves efectos en el organismo
En verdad, son varias las sociedades científicas que salieron a aclarar que el dióxido de cloro no sólo no es efectivo contra el COVID-19 sino que también genera graves efectos en el organismo infantil y adulto. De hecho, estas soluciones pueden causar náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos de la sangre, del corazón y del riñón. Los expertos advierten que si el dióxido de cloro (o sus variantes) es inhalado también podría causar broncoespasmos.
Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, señala que el dióxido de cloro no tiene ningún beneficio conocido para la salud y no ha sido recomendado por ningún Ministerio de Salud del mundo. Aunque en algunos lugares se lo use en muy bajas concentraciones para desinfectar el agua con que se lavan verduras y frutas, su uso humano es tóxico.
No existe hoy ningún remedio que prevenga o cure el COVID-19.
Así como lo hizo anteriormente la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) de Argentina enfatiza que “el dióxido de cloro no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso”. ANMAT también ordenó dar de baja avisos de dióxido de cloro o sustancias similares que se hacían por internet (Mercado Libre).
Hasta que esté disponible una vacuna, la ciencia indica a la población:
- lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón,
- utilizar máscaras que tapen la nariz y la boca,
- evitar reuniones sociales y otros lugares con alta concurrencia de personas.
No existe hoy ningún remedio que prevenga o cure el COVID-19.
PENSAR SALUD
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