1 marzo, 2021
Mientras el mundo pone sus ojos esperanzados en las vacunas, ya se habla del «long Covid» o de una forma persistente del virus.
Al parecer, decenas de miles de personas continúan sufriendo los efectos del COVID-19 durante meses. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo aseguró: 1 de cada 10 personas afectadas por el virus SARS- COV-2 se siguen sintiendo enfermas 12 semanas después de ser diagnosticadas.
PASC es el nombre con el se empieza a conocer la forma persistente del COVID-19, llamada también Long Covid.
Los síntomas más frecuentes, según un reciente análisis científico que aún no ha sido publicado, son fatiga, dolor de cabeza, problemas en la atención, pérdida de cabello y problemas para respirar.
Síndrome largo de COVID-19
La semana pasada la OMS y autoridades de salud de Gran Bretaña y Estados Unidos reconocieron oficialmente el problema del síndrome largo de COVID-19 o Long Covid.
Existen pacientes que experimentan síntomas durante 3 o más meses después del diagnóstico de la enfermedad. El prestigioso infectólogo norteamericano Anthony Fauci, incluso, estableció un nuevo nombre para el COVID persistente: lo llamó “PASC” (por las siglas, en inglés, de las secuelas postagudas de la infección por el virus SARS-COV-2) durante una conferencia de prensa realizada en la Casa Blanca.
El debilitamiento que experimentan algunas de las personas afectadas por el PASC tiene consecuencias laborales y sociales, ya que muchos pacientes se sienten incapacitados para salir de sus hogares.
El PASC es conocido entre los pacientes como Long Covid. Para los expertos fue una sorpresa. Conocían el síndrome que padecen algunas personas que fueron internadas con infecciones virales pero no habían visto un número tan grande de pacientes. Y, con un conjunto variable de síntomas que se extienden por múltiples órganos.
Existen pocos estudios realizados hasta el momento pero ya se encuentran muchas declaraciones de miles de pacientes. Muchos de ellos suelen encontrarse en grupos de Facebook establecidos con propósitos de auto ayuda.
La OMS y el Observatorio Europeo de Políticas y Sistemas de Salud publicaron un documento donde se detallan las manifestaciones y las incógnitas de esta forma persistente de COVID-19.
Síntomas frecuentes del PASC o «Long Covid»
Aunque se caracteriza por fatiga extrema, el Long Covid (o, covid largo, en español) es diferente del síndrome que padecen quienes han estado en terapia intensiva. También, difiere del síndrome de fatiga crónica (CFS), aclara el documento. La forma persistente de COVID-19 incluye una larga serie de síntomas, que varían según las personas, pero son más frecuentes en las mujeres y las personas obesas.
Entre los síntomas que padece entre el 5 y el 20% de los infectados por el coronavirus, se destacan:
- Fatiga extrema
- Dificultades para respirar, tos persistente
- Palpitaciones y taquicardia
- Dolores musculares, abdominales o en el pecho
- Mareos y dolor de cabeza
- Pérdida de olfato
- Tinnitus (zumbidos en los oídos).
- Alteraciones en la piel y el cabello.
- Problemas de concentración, memoria y para pensar (“niebla mental”).
- Cambios en la temperatura corporal, escalofríos o calores.
Los especialistas subrayan que esta forma persistente de COVID-19 –independientemente de la gravedad del virus padecido en la fase aguda- puede generar cambios en el ánimo, ansiedad y depresión.
El debilitamiento que experimentan algunas de las personas afectadas por el PASC tiene consecuencias laborales y sociales, ya que muchos pacientes se sienten incapacitados para salir de sus hogares.
Una cuestión de tiempo
Hace un tiempo, la mayoría de los médicos sostenían que los síntomas pasarían en poco tiempo. Un estudio publicado recientemente en la revista JAMA mostró que el 30% de 177 pacientes experimentó secuelas durante 6 y hasta 9 meses después del diagnóstico de COVID-19.
Por su parte, otro estudio, publicado en The Lancet , reveló que el 76% de pacientes chinos que sobrevivieron a la enfermedad aún seguían con síntomas. Seis meses después de haber sido dados de alta de un hospital en Wuhan, muchos pacientes continuaban con fatiga y problemas para dormir, entre otros síntomas.
¿A qué se debe esta forma persistente del COVID-19, que afecta incluso a personas que no fueron internadas?
Aún no se sabe con certeza, aunque se postula que el coronavirus podría “esconderse” en el cerebro o en otros órganos, como el corazón o el páncreas, generando una persistente reacción inflamatoria o daños directos al tejido.
“Necesitamos un enfoque multidisciplinario para evaluar y manejar a estos pacientes, además de herramientas de rehabilitación y sostén online”, subrayó el profesor Martin McKee, del European Observatory on Health Systems and Policies. Por su parte, Fauci anunció que Estados Unidos comenzará un estudio específico sobre el PASC para poder darles respuestas a los pacientes, que usualmente se sienten estigmatizados o no escuchados.
REDACCIÓN PENSAR SALUD
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Tags: covid y secuelas | covid19 y corazón