Chagas: la enfermedad rural que se extendió a todo el mundo

13 abril, 2022

Durante un siglo se la consideró una enfermedad exclusiva de los sectores más empobrecidos. Pero hoy el Chagas vuelve a las primeras planas por su difusión en los países del Primer Mundo. La enfermedad causada por el parásito Tripanosoma cruzi, de origen rural y que se extendió a todo el mundo para ser urbana, afecta actualmente a unas 7 millones de personas de todos los niveles sociales y económicos. Aunque muchas personas no saben que padecen Chagas hasta que es demasiado tarde para tratarla.

Origen del Chagas: la enfermedad rural que se extendió a todo el mundo

La enfermedad lleva el nombre de Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, médico e investigador brasileño que la descubrió en 1909.

El Día Mundial de la Enfermedad de Chagas se celebra el 14 de abril en conmemoración del día de 1909 en que Carlos Chagas diagnosticó el primer caso humano de la enfermedad. Se trataba de una niña de dos años llamada Berenice.

En la década del 30 del siglo XX, el sanitarista argentino Salvador Mazza descubrió otras aristas de la enfermedad. Por ello, muchas veces se la identifica como la “enfermedad de Chagas-Mazza”.

Conocida popularmente como “mal de Chagas”, la enfermedad es entendida tradicionalmente como una enfermedad rural. Por lo general, se transmite a través de las picaduras o deposiciones de un insecto (vinchuca o chinche), que vive en los ranchos con techos de paja, paredes cuarteadas y pisos de tierra. Sin embargo, la migración de la población rural a las ciudades de distintos países convirtió a la enfermedad en un problema notorio entre los habitantes urbanos.

Expansión mundial de la enfermedad

Desde América Latina, el Chagas se expandió a Estados Unidos, Europa, Japón y hasta Australia. En España, por ejemplo, se estima que hoy viven más de 55.000 personas con enfermedad de Chagas. En su mayoría son migrantes latinoamericanos, según un nuevo estudio publicado en la revista Travel Medicine and Infectious Disease.

Argentina es uno de los 21 países americanos donde la enfermedad es endémica. Las provincias argentinas que certificaron la eliminación de la transmisión vectorial del Chagas por vinchucas son Río Negro, Misiones, Neuquén, La Pampa, Entre Ríos, Jujuy, Santa Fe, San Luis, Tucumán y Corrientes.

Sin embargo, en Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa todavía se producen casos cada año por transmisión vectorial.

infografía chagas

El rociado de casas de adobe con insecticida es una medida efectiva para disminuir significativamente la infección con Chagas. Pero la enfermedad continúa en las ciudades argentinas debido a las migraciones y la transmisión que se realiza no por vinchucas, sino por sangre, alimentos contaminados, y de madre a hijo.

Se estima que el Chagas afecta a más de un millón y medio de argentinos adultos y a 280.000 niños menores de 14 años. Las migraciones y el cambio climático –por el impacto en la distribución de las vinchucas- aumentarán el número de casos. Esta situación podría cambiar si se toman medidas para diagnosticar la infección. Los especialistas advierten que una medida sería apuntar a las mujeres en edad reproductiva. Para diagnosticar y tratar la enfermedad antes de que tengan hijos.

Entre el desconocimiento y los síntomas

La enfermedad de Chagas cursa en dos etapas: una aguda, que dura unos dos meses después de contraer la infección. En ese estadío tiene pocos síntomas. Después existe la etapa crónica, que persiste durante 30 años con distintas manifestaciones en varios órganos.

Con el paso del tiempo, los pacientes pueden experimentar una insuficiencia cardíaca grave, una inflamación y dilatación del corazón, y hasta morir súbitamente por arritmias.

En los primeros días de la infección, el 8% de los pacientes experimenta fiebre, diarrea, dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, vómitos, falta de apetito y un malestar general. A veces, se presenta una inflamación del párpado ocular o una mancha rojiza en la cara (chagoma). Pero la mayoría de los infectados no manifiesta síntomas inicialmente y permanecen así durante toda la vida.

En 3 de cada 10 personas infectadas genera problemas serios a nivel cardíaco y digestivo.

Entre los síntomas y signos crónicos del Chagas, figuran:

Palpitaciones y arritmias
Dolor de pecho
Problemas para tragar
Mareos
Falta de aire
Desmayos
Constipación
Formación de coágulos sanguíneos que conducen a tromboembolismos venosos y ACV.

Cómo frenar la enfermedad de Chagas

Es importante iniciar el tratamiento antiparasitario –benznidazol o nifurtimox- lo antes posible para impedir la progresión de la enfermedad. Para ello, es fundamental que se realice el diagnóstico temprano de la infección a través de la detección de parásitos o anticuerpos en la sangre. Pero lo cierto es que el 70% de los infectados no sabe hoy que tienen Chagas y apenas el 1% recibe el tratamiento adecuado cada año, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

chagas en embarazo

Evitar la transmisión de madre a hijo

Además de la picadura de la vinchuca, el parásito del Chagas se transmite por alimentos contaminados, transfusiones de sangre no controladas y por contagio de madre a hijo, durante el embarazo y el parto.

Nacen unos 8.000 bebés cada año con Chagas en la región americana. No existe aún una vacuna efectiva para prevenir la enfermedad y la única manera de evitar su transmisión congénita es hacer análisis de sangre a las embarazadas. Es la forma para diagnosticar la enfermedad y tratar a los bebés en forma temprana con fármacos antiparasitarios.

“La transmisión del Chagas de la madre al hijo puede ser prevenida y, si es detectada a tiempo, puede ser curada”, subrayó Carissa Etienne, directora de la OPS.

Los especialistas advierten, con todo, que ni el benznidazol ni el nifurtimox deben administrarse a las embarazadas ni a las personas con insuficiencia renal o hepática. Pero el tratamiento antiparasitario debe hacerse después del embarazo y en el niño después de nacer. Cuanto antes se hace el tratamiento, más probabilidades de curación existen.

Eliminar barreras

A pesar de que mueren más de 10.000 personas cada año en el mundo por la enfermedad de Chagas, todavía es desatendido en países endémicos, como la Argentina, y no endémicos, como Estados Unidos, donde se identificaron ya 300.000 personas que viven con Chagas, según estimaciones del CDC.

Según la organización ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia), en 2021 apenas se usó el 5% de los recursos asignados al Chagas en la Argentina.

“La enfermedad de Chagas es la más desatendida de todas las enfermedades desatendidas en el mundo”, señala el cardiólogo Ezequiel Zaidel, coordinador de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes y docente de Farmacología de la UBA. Zaidel había advertido ya en el año 2020 el impacto negativo que podía tener la pandemia de COVID-19 en los pacientes con Chagas.

No hubo falta de medicación, el benznidazol se produce en la Argentina. Pero Zaidel dice que todavía muchos pacientes con Chagas y cardiopatías esperan los desfibriladores y marcapasos que necesitan, y que aún persisten dificultades para obtener recetas virtuales, hacerse ergometrías y estudios con Holter.

En el Día Mundial del Chagas de 2022, el desafío es darle visibilidad a la enfermedad y contribuir a disminuir significativamente su transmisión.

“La Argentina es el país con más infectados por Chagas en todo el mundo; uno de cada 27 argentinos sufre la enfermedad en su etapa crónica”, enfatiza Zaidel. “Es importante que se lleve un registro de todos los casos. No sólo de los casos neonatales y agudos de Chagas, que son de notificación obligatoria. Además, que se utilice en su totalidad el presupuesto asignado al Chagas para facilitar el acceso al diagnóstico y tratamiento de los pacientes”.