Alerta «Coronadengue»

coronadengue
8 octubre, 2020

Mientras los casos de COVID-19 siguen en alza, la llegada de la primavera y los días calurosos reavivan un alerta: el dengue. En Argentina ya se han registrado casos en los que ambas enfermedades se cruzan en un mismo organismo. Esa coexistencia es llamada «Coronadengue» y puede manifestarse de diversas maneras.

En el último periodo estival Argentina atravesó el peor brote de dengue, después del pico del 2016.

Tanto el dengue como el COVID-19 comparten algunos síntomas tales como:

  • Fiebre de 37,5º o más
  • Dolor muscular, en las articulaciones o en los huesos
  • Malestar estomacal, náuseas o vómitos
  • Dificultad al respirar

En el caso del dengue también puede aparecer sarpullido y dolor en los ojos, mientras que contagiados de COVID-19 han manifestado falta de gusto y olfato, fatiga, dolor de garganta, presión persistente en el pecho, congestión nasal o moqueo.

Los síntomas de dengue generalmente duran entre 2 y 7 días. El tiempo que transcurre entre la exposición al COVID- 19 y el momento en que comienzan los síntomas suele ser de alrededor de cinco o seis días, pero puede variar entre 1 y 14 días.

Casos de «Coronadengue» en Argentina

En el país se registraron casos en los que el paciente concurrió a una consulta con malestar vinculado al dengue y al ser hisopado por protocolo se detectó que también estaba contagiado de COVID-19, transitándolo de manera asintomática. En otros, la persistencia de la fiebre durante más de cinco días -que es lo que puede llegar a perdurar por el dengue- fue el factor que puso de manifiesto la presencia de COVID-19.

El organismo puede resultar seriamente afectado si un paciente ya había contraído uno de los cuatro serotipos de dengue y volvió a ser picado. Si a eso se suma el COVID-19, el riesgo es demasiado alto.

Si bien no hay muchos antecedentes en el mundo, al menos 13 casos de «Coronadengue» se registraron en la Ciudad de Buenos Aires en el mes de julio. También fueron notificados pacientes en México.

Debido a la circulación a la par de ambas enfermedades, los médicos se ven obligados a realizar un diagnóstico diferencial debido a que ambas afecciones pueden derivar en un cuadro grave. Es necesario que se hagan las pruebas adecuadas (para el dengue o para el COVID-19) y un seguimiento cercano del paciente para detectar signos de advertencia. El organismo puede resultar seriamente afectado si un paciente ya había contraído uno de los cuatro serotipos de dengue y volvió a ser picado. Si a eso se suma el COVID-19, el riesgo es demasiado alto.

El peor brote de dengue de los últimos años

Entre fines de 2019 y el primer semestre de 2020 Argentina atravesó el peor brote de dengue de los últimos tres años. La enfermedad, que es transmitida a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti, registró hasta ocho veces más casos que en los períodos de 2018 y 2017.

Si bien es una enfermedad que está presente sobre todo en las provincias más cálidas y húmedas, desde hace ya varios años se instaló en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.

El dengue está en todos lados: se puede reproducir en un basural, en una zanja, un espejo de agua o en un pequeño cacharro olvidado en un balcón. Por eso es tan necesaria la limpieza y eliminar todo tipo de líquido de cualquier recipiente donde pueda criarse el mosquito. El descacharreo es esencial en la lucha contra la enfermedad.

Para evitar el contagio también se recomienda el uso de repelente en todo el cuerpo, insecticidas en los ambientes y la instalación de mosquiteros en puertas y ventanas.

En la prevención del dengue y del COVID-19 es clave el rol de una población con atención activa.

El COVID-19 avanza sin freno

El distanciamiento social, el uso de barbijos y el frecuente lavado de manos son por ahora las únicas medidas para prevenir el Coronavirus. Desde que se detectaron los primeros casos en marzo, los contagios por COVID-19 crecen. En el país ya se registraron más de 830.000 personas infectadas, 660.000 recuperados y al menos 22.000 fallecidos.

La prevención y el control del dengue, y otras enfermedades arbovirales, en este período es crucial.

Si bien las autoridades hablan de una ralentización de casos de COVID-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires, la meseta del número de infectados es alta. En tanto, en el interior de la provincia los casos continúan en aumento de forma constante. Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Mendoza son las provincias con más número de contagios.

Desde la Organización Panamericana de la Salud enfatizan la necesidad de mantener los esfuerzos para prevenir, detectar y tratar ambas enfermedades. La prevención y el control del dengue, y otras enfermedades arbovirales, en este período es crucial. El impacto combinado con COVID-19 podría tener consecuencias potencialmente devastadoras en la población en riesgo, en personas con enfermedades preexistentes.

Por lo pronto, la Dirección de Salud Ambiental del gobierno de la provincia de Tucumán lleva adelante un trabajo de descacharreo en terreno para prevenir la co-infección. Por su parte, el gobierno de San Juan ya plantea un protocolo específico de internación y aislamiento para los casos de infección combinada.

REDACCIÓN PENSAR SALUD redaccion@pensarsalud.com.ar
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Tags: coronavirus | dengue | mosquito

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