Donación de órganos: 1 vida multiplicada por 8

22 mayo, 2023

Los avances tecnológicos de los últimos años dejan con la boca abierta a todos. Pero hay cosas que la tecnología no puede todavía solucionar. Entre ellas, la disponibilidad de sangre humana para suministrar a quienes la necesitan. Y el recurso a distintos órganos del cuerpo, para reemplazarlos cuando no queda otra salida. En estas ocasiones, la donación de una persona a otra es sinónimo de vida y la única posibilidad de futuro.

El 30 de mayo se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos, en conmemoración del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público. En esta oportunidad suele subrayarse que la donación de los órganos de una persona puede salvar 8 vidas, y mejorar la situación de otras 75 personas.

Cada vez más trasplantes

Desde el primer trasplante mundial, que se hizo en 1954 entre gemelos, se han realizado miles de trasplantes en el mundo con toda clase de órganos, incluidos de cerdos y chimpancés a humanos (con poco éxito, hasta el momento). Quizás el éxito más notorio lo obtuvo el cardiocirujano sudafricano Christiaan Barnard, quien reemplazó un corazón enfermo por uno sano por primera vez en 1967. Pero, aunque en 2022 se registraron más de 75.000 trasplantes de órganos en el mundo, todavía se precisan muchos más.

Cada vez hay mayor conciencia de la necesidad de donar órganos. En 2022, se hicieron 110 trasplantes de corazón en la Argentina y 3.900 en todo el planeta, según el Observatorio Mundial de Trasplantes. En 2023, ya se hicieron alrededor de 700 trasplantes a argentinos que estaban en lista de espera. Pero todavía hay unos 7.000 pacientes que esperan un órgano, y el proceso de obtención, ablación y trasplante no es tan sencillo como suena. La pandemia, además, complicó la situación de los trasplantes en los últimos tres años.

Los trasplantes son cirugías complejas, que se realizan generalmente en terapias intensivas y que requieren una logística ajustada en tiempo y espacio, para procurar el órgano en el menor tiempo posible después de que alguien es declarado fallecido. Se estima que apenas 3 de cada 1000 personas dispuestas a donar sus órganos mueren en una forma y lugar que les permita hacerlo.

Donaciones vitales

Los órganos que se pueden utilizar para donación son:

Corazón
Pulmón
Riñón
Hígado
Intestino
Páncreas
Estómago

También se pueden donar las córneas de los ojos, válvulas cardíacas y huesos, además de otros tejidos y células. En la Argentina, todos los mayores de 18 años pueden ser donantes, a menos que hayan rechazado por escrito esa posibilidad. Basta con dar consentimiento en la aplicación digital “Mi Argentina” para donar todos o ciertos órganos, o hacerlo en el INCUCAI, en el RENAPER, en un registro civil o por correo.

Algunos órganos (riñón, pulmón, hígado, piel) pueden donarse en vida, pero otros (por ejemplo, el corazón) requieren que el donante haya fallecido.

Los trasplantes se realizan en hospitales autorizados y, tanto donantes como receptores, tienen derecho a preservar su intimidad y a no dar a conocer su nombre. En cuanto al fallecimiento del donante, debe ser confirmado por dos médicos después de establecer el cese irreversible de las funciones circulatorias o encefálicas. La donación de órganos es gratuita y no requiere ninguna compensación a cambio.

Aunque es posible que, en el futuro próximo, se obtengan órganos de animales manipulados genéticamente para ser compatibles con los seres humanos o se desarrollen corazones artificiales aptos, por el momento la donación humana de órganos es indispensable para salvar la vida de miles de niños, jóvenes y adultos. La mayoría de las religiones lo aceptan y las familias, también. ¿Por qué no sumarse?