6 julio, 2022
Cuando el mundo estaba a punto de brindar por la erradicación de la poliomielitis, se encendieron alertas en diversas regiones geográficas. Las autoridades sanitarias británicas anunciaron el 22 de junio pasado un hallazgo. Se trataba de trazas del virus de la polio en las aguas residuales del norte y del este de Londres.
La polio vuelve
En 1980 todavía se registraban entre 300.000 y 400.000 casos de polio anuales en el mundo. En 2016 apenas se identificaron 42, según el sitio Our World in Data. Aunque el 99% de los casos de polio se han eliminado actualmente, los mitos y rumores alimentados por divisiones políticas y religiosas impiden todavía erradicar completamente la poliomielitis de Asia y África.
Se detectaron casos en Malawi, Mozambique y Nigeria recientemente. En Israel, en marzo pasado se registró un caso de polio en un niño de 4 años y se declaró, recientemente, un brote en Jerusalén.
Después de la pandemia, es preciso volver a subrayar los beneficios de vacunar a los niños para prevenir enfermedades que pueden ser evitadas de manera simple y probada. La poliomielitis debe ingresar a los libros de historia de una vez y para siempre, reclaman los expertos.
Política y sanidad
El 27 de junio un vacunador y dos policías de la campaña de vacunación antipoliomielítica en Pakistán resultaron muertos en un ataque terrorista.
No es el primer asesinato de quienes intentan combatir la polio en el país asiático. Allí todavía se registran casos de polio en forma endémica y existe un fuerte rechazo a las vacunas. También la guerra en Ucrania preocupa a los expertos. El conflicto bélico obstaculiza las campañas contra la polio en ese país, donde existe una fuerte corriente que se opone a las vacunas, aunque ya se identificaron casos de parálisis tipo polio.
La disminución de la cobertura de vacunación durante la pandemia de COVID-19 completa el cuadro inquietante. La poliomielitis asociada al tono sepia de las viejas fotografías gracias a las vacunas desarrolladas en el siglo XX, vuelve a las primeras planas de países pobres y ricos.
Vacunar a los bebés y niños contra la polio es más importante que nunca y en octubre próximo toca una dosis adicional para los niños argentinos.
Teorías conspirativas y rumores
Pakistán y Afganistán representan hoy las primeras líneas en el combate para erradicar la polio. Son los lugares del planeta donde se registran permanentemente (en forma endémica) casos de parálisis provocados por el virus de la polio en su forma salvaje. A pesar de los millones de dólares y las campañas incesantes para vacunar a la población de estos países, los casos continúan registrándose. Incluso, en Pakistán, crecen de la mano de teorías conspirativas: imaginan una campaña occidental para esterilizar a los chicos mediante las gotitas de la vacuna oral.
Muy lejos de ello, los vacunadores van casa por casa en Pakistán para ofrecer la vacuna creada por Albert Sabin. Una vacuna que salvó la vida y la movilidad a cientos de millones de niños en el mundo en los últimos 70 años. Esta vacuna fue fabricada con cepas del virus manipuladas para disminuir su capacidad de enfermar. Fue un éxito por su bajísimo costo y su facilidad de administración: totalmente indolora.
En Argentina se ofreció hasta dos años atrás y permitió decirle adiós a la terrible epidemia de los años 50. Incluso para declarar libre de polio a este país.
Una enfermedad muy contagiosa
El virus de la polio es muy contagioso. En muchas personas la infección apenas genera síntomas similares a los de una gripe, con dolor de garganta, fiebre, vómitos, dolores abdominales y musculares. A veces, el virus produce un cuadro similar a la meningitis. Pero en 1 de cada 500 infectados con el virus, la enfermedad progresa a la parálisis. Y, en algunos casos, produce la muerte por inmovilización de los músculos respiratorios.
Tiene un período de incubación de 10 días o más. Además, tiene un gran porcentaje de casos asintomáticos. Esto hace que la circulación del virus sea difícil de detectar en forma temprana. A veces, recién cuando aparecen casos de parálisis en la comunidad o cuando se identifican trazas del virus por pesquisas sistemáticas en aguas cloacales, puede detectarse.
El virus de la polio tiene tres cepas diferentes que pueden afectar a las células nerviosas humanas. Se transmiten, mayormente, por la vía fecal-oral, cuando se toma contacto con agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada.
Gracias a la vacunación masiva mundial dos de las cepas (las variantes naturales del virus 2 y 3) ya fueron erradicadas del planeta. En cambio, el serotipo 1 del virus sigue circulando en forma salvaje por ciertas regiones de Asia y África. En cuanto al serotipo 2, forma parte de algunas vacunas orales con una potencia muy disminuida y controlada. Y aquí entra el problema del virus detectado en Londres.
El desafío del virus atenuado
Como la vacuna oral que se ofrece en muchos países está formulada con virus vivos atenuados en el laboratorio, el virus de la polio puede permanecer en el sistema digestivo y ser eliminado con las heces de algunas personas.
Quienes están vacunados con todas las dosis y el refuerzo, no corren peligro si entran en contacto con las aguas residuales contaminadas. Pero quienes no tienen la vacunación completa, o quienes sufren problemas inmunológicos, pueden resultar afectados al tomar contacto con elementos contaminados. Como consecuencia, pueden desarrollar una flaccidez marcada en sus piernas. Esta “parálisis derivada de la vacuna” es típica de una población con baja cobertura de vacunación y que vive en condiciones sanitarias deficientes.
En Gran Bretaña, el uso de la vacuna inyectable en los últimos años disminuyó a cero los casos de esta flaccidez. Pero todavía se detectan trazas del virus en las cloacas provenientes de personas que recibieron hace mucho tiempo la vacuna oral, o que migraron desde otros países. Precisamente, en Londres se detectó hace pocos días trazas del serotipo 2 de la polio en las cloacas, pero no hubo ningún caso de parálisis derivada en seres humanos.
En España, se produjo un caso de esta parálisis en un niño proveniente de Senegal el año pasado. En Argentina, por su parte, se han producido casos de parálisis derivadas de virus vacunales hace más de una década, que fueron rápidamente circunscriptos con una campaña de refuerzo de vacunación.
“Los virus derivados de la vacuna son raros y el riesgo para el público es extremadamente bajo”, tranquilizó la epidemióloga Vanesa Saliba, del National Health Service (NHS) de Gran Bretaña. “Pero los poliovirus derivados tienen el potencial de esparcirse por la comunidad con cobertura baja de vacunación y, en raras ocasiones, puede causar parálisis en quienes no están suficientemente vacunados”, advirtió.
Amenaza latente
Mientras el virus no haya sido erradicado de la faz de la Tierra, las autoridades sanitarias siguen preocupadas por la posibilidad de que el virus recupere su virulencia original a partir de la vacuna oral que se suministra en la mayoría de los países en desarrollo. Por eso, las autoridades sanitarias mundiales insisten en completar las dosis de vacuna de la población y en que se utilice una nueva versión de la vacuna oral de serotipo 2, que ha sido manipulada en el laboratorio para disminuir aún más el riesgo patogénico del virus de la polio. Con esta nueva vacuna oral tipo 2, el riesgo de que el virus de la polio vuelva recargado es mínimo.
Las autoridades mundiales también promueven el uso de una vacuna oral bivalente, elaborada con virus vivos, pero atenuados de tipo 1 y 3. Sin embargo, la mayor garantía para evitar la reactivación patológica del virus viene de la mano de la vacuna inyectable, que está elaborada con virus muertos. Con esta vacuna, conocida por sus siglas IPV, el riesgo es nulo. De ahí que se prefiera en los países desarrollados, aunque resulte más cara y complicada a la hora de administrar.
¿Cuántas dosis hacen falta?
El último caso de poliomielitis se registró en la Argentina en 1984. En los últimos tiempos, sin embargo, la cobertura de vacunación antipoliomielítica empezó a descender. Hoy se estima que menos del 75% de los argentinos están protegidos contra la polio. Los pediatras insisten en retomar la vacunación antipoliomielítica discontinuada durante la pandemia. El Ministerio de Salud de la Nación, por su parte, lanzó para octubre 2022 una campaña de refuerzo con una dosis adicional.
Esquema obligatorio de vacunación contra la poliomielitis en Argentina
Desde 2020, en la Argentina ya no se usa la vacuna oral (las gotitas de Sabín) sino que se aplica la inyección desarrollada por Jonas Salk, que contiene virus inactivados, es decir, que no tienen ninguna posibilidad de infectar y causar parálisis.
El esquema obligatorio de 3 dosis y un refuerzo contra la poliomielitis es el siguiente:
- 2 meses
- 4 meses
- 6 meses
- Refuerzo a los 5 años, antes de ingresar a la escuela primaria.
Además, este año se administrará gratuitamente -entre octubre y noviembre- una dosis inyectable adicional de vacuna antipoliomielítica a los niños de 1 a 4 años, junto con una dosis más de triple viral (sarampión, rubéola, paperas), según anunció recientemente el Ministerio de Salud nacional.
Para evitar la infección con el virus de la polio, además de la vacunación, los especialistas recomiendan lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, especialmente después de ir al baño y de cambiar los pañales a un bebé.
Por Alejandra Folgarait @alefolgarait
REDACCIÓN PENSAR SALUD
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