Vacunación equitativa contra el COVID-19

22 enero, 2021

Asegurar la vacunación equitativa contra el coronavirus en todo el mundo es crucial para combatir la pandemia.

La ansiedad por conseguir dosis de vacunas se multiplica al ritmo del aumento de casos y muertes. La puja entre países puede ser inmoral, advirtió la Organización Mundial de la Salud, que subrayó lo fundamental de garantizar un acceso a las inmunizaciones: que las personas en mayor riesgo sean vacunadas en forma prioritaria, independientemente del lugar donde vivan.

Con este objetivo se creó el mecanismo COVAX, que garantizará la inmunización del 20% de la población de los países que participen en el emprendimiento mundial liderado por la OMS. La iniciativa busca asegurar una vacunación equitativa: dosis de calidad, eficaces y seguras, a bajo costo e, incluso, gratuitamente a los países de bajos ingresos.

Cómo asegurar la distribución equitativa

Mediante la iniciativa COVAX, el continente americano recibirá 20 millones de dosis a principios del mes de marzo, según anunció la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en conferencia de prensa el 19 de enero pasado. De esta manera, la OMS pretende contrarrestar –o, al menos, complementar- los acuerdos bilaterales de cada país con distintos laboratorios para contar con vacunas.

Ya son cinco los países que empezaron a vacunar en el continente americano, pero con pocas dosis. Existe un tironeo entre naciones que pujan por pagar más por obtener vacunas antes.

Las vacunas que distribuirá la OMS junto a CEPI Y GAVI en su plan de vacunación equitativa pasarán por una exhaustiva certificación para autorizar su uso en emergencia de acuerdo con estándares de eficacia y seguridad iguales para todo el mundo.

A partir de marzo, cada mes, la OMS distribuirá millones de dosis en forma equitativa a los alrededor de 180 países que se han mostrado interesados en participar de COVAX, incluidos los de la región americana.

“Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo”, insistió Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS. “Las vacunas deben llegar a todos en forma equitativa”, empezando por el personal de salud y los mayores de 65 años, que son quienes tienen mayor riesgo de internación y muerte.

Las vacunas que distribuirá la OMS junto con otros dos organismos (CEPI Y GAVI) pasarán por una exhaustiva certificación para autorizar su uso en emergencia de acuerdo con estándares de eficacia y seguridad iguales para todo el mundo. Si bien el proceso de autorización se hará en forma más rápida que de costumbre, la calidad de las vacunas estará garantizada por la institución.

Beneficios y riesgos

Aunque no existe ningún producto médico completamente libre de riesgos, los expertos aseguran que las vacunas autorizadas tienen muchos más beneficios –evitar síntomas severos, internaciones, complicaciones y muertes por COVID-19- que riesgos.

No es seguro aún que los vacunados no transmitan el virus en forma asintomática por eso es continuar las medidas de prevención, incluyendo el uso de tapabocas, después de haber sido vacunado.

La formulación de cada vacuna es diferente por eso, sus efectos secundarios pueden variar e, incluso, observarse solamente cuando el producto se aplique a millones de personas. Lo más probable es que no sean más graves que los identificados durante el período de ensayo experimental de las vacunas, conocidos por sus fases 1,2 y 3. La mayoría de los efectos adversos observados hasta el momento son leves y tolerables, como dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, fatiga o algo de fiebre.

En este sentido, la noticia de que 29 adultos mayores de 80 años murieron en Noruega después de aplicarse la vacuna del laboratorio Pfizer inquietó a algunas autoridades sanitarias, que están estudiando los casos, pero no frenó la campaña de vacunación. Los ancianos ya tenían señales de fragilidad, y su muerte pudo deberse a muchas otras causas comunes a esa edad. Lo mismo puede decirse de otros ancianos fallecidos en geriátricos vacunados en Francia.

Los especialistas señalan que es esperable ver un puñado de efectos adversos raros, como con cualquier medicamento.

Hasta el momento, se ha prevenido a quienes sufren de alergias graves (o han tenido un episodio de anafilaxis) para que no reciban las vacunas basadas en la nueva tecnología de ARNm (las de Pfizer y Moderna). Un “lote” de esta última vacuna está bajo investigación en Estados Unidos porque varias personas sufrieron reacciones alérgicas 24 horas después de ser vacunados. Para algunos expertos esto no sería para preocuparse demasiado: “No es una buena decisión sacar el lote de circulación porque esto ocurrió en un solo lugar, no en todos los que recibieron el lote”, explicó Paul Offit, profesor de Pediatría del Hospital de Niños de Filadelfia y experto en Vacunología.

Lo que vendrá

Argentina recibirá a lo largo del año más de 50 millones de dosis de vacunas diferentes, incluyendo las aportadas por COVAX para asegurar la vacunación equitativa, según anunció el Ministro de Salud argentino, Ginés González García. Las vacunas autorizadas hasta el momento incluyen dos dosis, por lo que esta cifra permitiría vacunar a toda la población de riesgo, incluyendo a quienes padecen enfermedades crónicas. Pero la logística para distribuirlas y vacunar a los argentinos llevará meses, advierten.

Por su parte, el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió vacunar a 100 millones de personas en sus primeros 100 días de gobierno. Como no es seguro todavía que los vacunados no transmitan el virus en forma asintomática, en todas partes será fundamental mantener las medidas de prevención, incluyendo el uso de tapabocas, después de haber sido vacunado.

“Los países no deben apurarse con la vacunación, sino organizar las campañas con cuidado para mantener la cadena de frío y vigilar los potenciales efectos adversos”, insistió Clarisa Ettienne, directora de la OPS. “Dentro de seis semanas comenzarán a llegar millones de dosis provenientes de COVAX a la región, tenemos que estar listos para distribuirlas en forma adecuada”.

También, habrá que evaluar entonces si las vacunas funcionan para neutralizar a las nuevas variantes del coronavirus, especialmente a la originada en Sudáfrica. Pero, ése, será otro desafío.