6 agosto, 2020
Uno de los daños colaterales de la pandemia de COVID-19, dicen los especialistas, es el estrés. Si bien el estrés puede ser una reacción adecuada en un momento para adaptarse a una amenaza, ya que facilita los comportamientos de huida y defensa, genera daños en distintos órganos cuando se torna crónico. Para contrarrestarlo, existen métodos de relajación, como el yoga o el mindfulness. Pero quizás lo más rápido y efectivo sea reírse.
Como saben los humoristas y los creadores de memes en redes sociales, la risa es un poderoso antídoto contra el estrés en situaciones de crisis. Un estudio publicado en la revista científica PLOS ONE confirmó que los seres humanos se ríen con frecuencia –unas 18 veces por día- y esto les sirve para disminuir el estrés. Científicos de la Universidad de Basel, en Suiza, utilizaron una app móvil para preguntarles a estudiantes a intervalos regulares por su estado emocional y físico, y si se reían y cómo. Así confirmaron que las situaciones de estrés físico se asociaban con menos estrés subjetivo cuando las personas reían. No es necesario doblarse a carcajadas, dicen los investigadores suizos, alcanza con emitir una sonrisa.
Beneficios a nivel físico
Estudios previos ya habían mostrado que la risa genera una disminución en los niveles de la hormona cortisol, asociada al estrés, y una liberación de neurotransmisores ligados al placer (endorfinas y dopamina). Además, la risa provoca una relajación de las paredes de los vasos sanguíneos –lo cual es beneficioso para las personas hipertensas– y favorece la oxigenación de la sangre en los pulmones. Reírse otorga, incluso, beneficios cognitivos y aumenta la tolerancia al dolor, dicen los científicos.
Es cierto que no es fácil reírse cuando arrecia una pandemia, pero las personas con sentido del humor –que suelen ser más inteligentes- suelen encontrarle la vuelta hasta a situaciones tristes para esbozar una sonrisa. De hecho, el llamado “humor negro” echa mano de situaciones desgraciadas para promover carcajadas. Y un estudio noruego realizado con miles de personas durante 15 años reveló que la risa puede prevenir o, al menos, posponer enfermedades infecciosas y cardiovasculares.
Mecanismo de supervivencia
A mayor ansiedad y estrés, más florece el humor como mecanismo de adaptación y supervivencia. Los chistes sobre el coronavirus circulan tanto como los rumores por Whatsapp, y los videos cortos en TikTok utilizan breves escenas de humor para remontar la sensación de soledad y tristeza.
La risa es un mecanismo común en muchas especies de mamíferos para estrechar lazos sociales y manejar situaciones incómodas. Incluso los monos, perros y ratas se ríen cuando están ansiosos, señaló el neurocientífico Scott Weems, autor de un libro sobre por qué reímos. “La risa es altamente contagiosa y la respuesta de endorfinas puede dispersarse por grupos grandes que se ríen juntos”, explicó Robin Dunbar, de la Universidad de Oxford.
Aunque la “terapia de la risa” de Patch Adams no cuenta con evidencias científicas de efectividad, muchos médicos son partidarios de fomentar el humor durante un tratamiento. Mientras se extienda la pandemia, quizás la receta más efectiva para evitar el estrés y lograr una relajación placentera sea una maratón de películas cómicas en la tele o mirar shows de stand up por internet.
PENSAR SALUD
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