4 mayo, 2020
El contagio de dos gatos domésticos con coronavirus -confirmado por agencias de salud oficiales de Estados Unidos- alertó a los amantes de las mascotas y se sumó a la preocupación por tigres y leones infectados en un zoológico del Bronx. Si bien los felinos se contagiaron de sus cuidadores, los síntomas respiratorios que manifiestan son más leves que los que padecen los seres humanos. Es que el COVID-19 se originó en animales silvestres, pero encontró su mejor versión –aquella capaz de transmitirse a gran velocidad y reproducirse- en el húesped humano. El contagio más eficiente, para el virus, parece ser el que se da de una persona a otra, no entre animales y humanos.
De animales a hombres
Aunque más de una teoría conspirativa quiere acusar a un laboratorio chino de elaborar en secreto y liberar el virus que causa la gran pandemia actual, los expertos lo desestiman. Según distintos estudios científicos, el nuevo coronavirus se “cocinó” durante mucho tiempo en murciélagos, como el Ébola. En algún momento del año pasado, el virus pasó a otro animal (quizás una serpiente, quizás un pangolín u otra delicia culinaria china) que se vendió en un mercado de alimentos vivos en la ciudad de Wuhan. Así, el peligroso virus ingresó a una familia humana, y comenzó su viaje alrededor del mundo.
En cuanto a los animales domésticos, se han reportado casos de gatos y perros que enfermaron levemente por convivir con personas positivas a COVID-19, pero son casos esporádicos y los animales resultan contagiados por los humanos, no al revés.
No es el primer virus en generar una pandemia de este modo. De hecho, la peste negra fue transmitida en Europa por ratas infestadas de pulgas que llevaban la bacteria Yersinia pestis. Y el virus del Ébola fue transmitido por monos y por murciélagos comerciados para comer en África.
Un estudio publicado recientemente en la revista Scientific Reports mostró que entre el 9 y el 20% de los murciélagos que habitan en islas del océano Índico y partes de África contienen algún tipo de coronavirus, ya sea del grupo alfa o beta (al cual pertenece el virus que causa hoy el COVID-19).
Relaciones peligrosas
Los animales y los humanos han establecido relaciones de beneficio mutuo desde épocas inmemoriales. Compañeros de caza, a veces, alimento de alto valor nutritivo, otras, los animales han estado en contacto con el Homo sapiens desde mucho antes de que pudieran ser domesticados y convertidos en mejores amigos. Pero los virus y bacterias han sabido explotar ese vínculo para su propia supervivencia. Así, el virus de la influenza llegó desde los cerdos y las aves hasta los humanos en más de una oportunidad, mientras el virus del MERS (un primo cercano al nuevo coronavirus) se instaló cómodamente en los camellos y generó numerosos casos en la península arábiga.
“De todas las especies animales investigadas hasta el momento, los gatos son la especie más susceptible a ser infectada y, también, a presentar la enfermedad clínicamente”, señala la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE).
Las enfermedades zoonóticas, causadas por virus, bacterias, parásitos y hongos, son aquellas que pueden pasar de animales a humanos. Hay decenas de ellas y muchas –como la brucelosis, la triquinosis y la fiebre amarilla- son vigiladas con cuidado por las autoridades sanitarias. Algunas circulan durante años en animales y un día saltan a humanos, como ocurrió con la gripe aviar o el HIV-Sida. En la Argentina, ciertos ratones de campo transmiten Fiebre Hemorrágica Argentina mientras que los murciélagos pueden contagiar la rabia a animales y humanos.
El calentamiento global y la destrucción de ecosistemas naturales no hacen más que aumentar la migración de animales que antes vivían lejos de los humanos y que ahora buscan refugio en los alrededores de las ciudades, en pos de alimento. Algunos de estos animales pueden causar enfermedades zoonóticas nuevas.
Animales a salvo
Por el momento, no se cree que el nuevo coronavirus afecte al ganado vacuno ni a los cerdos, pollos o caballos. En cambio, los hurones son susceptibles a la enfermedad y podrían ser utilizados en laboratorios científicos como modelos animales para estudiar el COVID-19.
“No es posible contagiarse el nuevo coronavirus por contacto con ganado vacuno”, aseguró el veterinario Darin Matlick, de la Universidad de West Virginia. “Hay un tipo de coronavirus que puede afectar a las vacas, causándoles diarrea o síntomas respiratorios”, aclaró el especialista norteamericano. “Pero son coronavirus diferentes”, agregó el veterinario. “La cepa que afecta al ganado bovino es parte del grupo 2a, mientras que la que afecta a los humanos es del grupo 2b”. De todos modos, Matlick recomendó el lavado cuidadoso de manos con agua y jabón tras el contacto con ganado en granjas. Y mantener distancia de 2 metros entre personas que cuidan animales.
Algo similar puede decirse de los caballos. Si bien existe una cepa de coronavirus que puede infectar a los caballos, sólo les genera síntomas gastrointestinales y es distinta al coronavirus que genera el COVID-19 en humanos. No hay ninguna evidencia de que los caballos transmitan SARS-COV-2.
En cuanto a los animales domésticos, se han reportado casos de gatos y perros que enfermaron levemente por convivir con personas positivas a COVID-19, pero son casos esporádicos y los animales resultan contagiados por los humanos, no al revés.
“De todas las especies animales investigadas hasta el momento, los gatos son la especie más susceptible a ser infectada y, también, a presentar la enfermedad clínicamente”, señala la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE).
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) subrayó que la gente no tiene que asustarse. “No hay evidencias de que las mascotas en general estén transmitiendo la enfermedad a las personas”, enfatizó Casey Barton Behravesh, del CDC. En cualquier caso, dicen los expertos, conviene mantener a los gatos dentro de las casas y no llevar a los perros a los parques ni fomentar su contacto con personas en la calle.
REDACCION PENSAR SALUD
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